¿Vídeos virales a toda costa?

Hoy en día, estamos en pleno cambio en los modelos de negocio. Las estrategias de planificación, de operaciones, de recursos humanos o marketing, están en evolución, y las empresas deben adecuar sus sistemas a las nuevas formas de pensar, hablar, hacer y ser.

Según los gurús del marketing, Iwan Setiawan, Philip Kotler y Hermawan Kartajaya ya estamos en la era del Marketing 3.0. Éste está enfocado a la participación y colaboración del público. Por esto, las organizaciones deben reorientar las estrategias hacia el marketing global, cultural y creativo. Eso sí, sin olvidarse de la Responsabilidad Social.

¿Y qué tiene todo esto que ver con el vídeo marketing? La respuesta es sencilla: la mejor forma de hacer marketing contagioso es a través de los vídeos.

Según Johah Berger, profesor en la Escuela de Negocios de Wharton, los usuarios se convierten en defensores de nuestra marca, los podremos persuadir, impulsarán el crecimiento a través de conseguir nuevos clientes cuando comparten uno de los vídeos que tenemos subido en nuestro canal de YouTube. 

A pesar de que solo el 7% de los mensajes relacionados con estas historias ocurren en línea, lo cierto es que se pueden comentar las cosas de viva voz, y el segundo usuario irá a ver nuestro vídeo.

Afirma el profesor que las acciones son más importantes que las visitas. En otras palabras, mientras el contenido no sea compartido y/o comentado, poco servirá tener muchas visitas (que por otro lado, nos costará mucho más conseguir). Eso sí, este tipo de contenido viral solo será positivo para la organización si tiene que ver con el producto que quiere vender... (vamos, que no por compartir vídeos de bebés o gatitos se conseguirá monetizar el tráfico, a no ser que tengamos un negocio basado en esos temas).

Vamos con un ejemplo, una campaña lanzada por Evian.

Este vídeo obtuvo más de 55 millones de visualizaciones, pero el impacto en las ventas fue escaso: perdían cuota de mercado, e incluso una caída del 25% de comercialización en Estados Unidos. 

Conclusión: lo viral está bien, porque sitúa la marca en el mercado. Pero el objetivo será una viralidad valiosa. Si la gente comparte nuestro contenido, pero ni identifica a la marca con él, de poco (o nada) sirve.